Deseos, Panoramas e Incertidumbres en 2015

Por Ismael Martinez Valle

Pareciera que este año pinta bien en ciertas cuestiones y mal en otras. El contexto del país no parece mejorar: Los normalistas siguen desaparecidos, la lucha los ha rebasado desde hace más de un mes y ahora padres de familia ya son líderes del movimiento y ya hay enfrentamientos con militares; se habla de incineradores secretos del ejercito, de corrupción y de indignación, que no va  más allá. El movimiento social #NosFaltan43 #SomosAyotzinapa #VivosLosQueremos, o de cualquier modo se encuentra en un estado incierto.

Por un lado de la moneda el movimiento ha tomado fuerza, ha abarcado y ha tenido alcances más grandes de los que se pensaba, de talla internacional; por otro lado, la violencia se ha vuelto mayor, más cruda, más dirigida. Se habla de los normalistas, pero en unos sectores, en ciertas mesas familiares, en algunas aulas o en todas, no se sabe. La lucha se sostiene con otras luchas, los estudiantes, los jóvenes.
¿Cuánto durará?, sin olvidar que México es el país donde los movimientos sociales son como “de chisguete” , es decir, que inician, se propagan, toman fuerza, y terminan inconclusos, como olvidados.
Más noticias, más movimientos, verdades y verdades a medias circulan en la vox populi.
Este año pinta para muchas cosas, pero es una verdad que no sabemos a ciencia cierta ni a verdad atinada lo que sucederá. No es mi necesidad hablar teleológicamente y hacer supuestos ni preguntas al aire; sino decir, que es tiempo de reflexionar.
Enero, primer mes de 2015, nos puede servir como parteaguas para inciciar nuevos proyectos, nuevas metas o continuar con las inconclusas. Pero también como punto de reflexión, sobre lo acontecido, lo que ha pasado y cómo lo hemos llevado.
Escuchaba una capsula de Slavoj Žižek, donde hablaba y hacía la reflexión, de cómo a lo largo de la historia humana, en especial del siglo XIX, XX y XXI se había llevado al capitalismo y a la lucha anticapitalista. En su reflexión, comentaba que XIX fue el siglo donde se piensa el obrero, el sistema, sus contradicciones y la lucha; siglo XX nos demostró que esa lucha no era más sostenible, que los sistemas socialistas habían fracasado, que el marxismo parecía ya no dar más. El siglo XXI, ponía en claro, tenía que ser uno en el cual se debía pensar, en lugar de luchas, repensar.
Pareciera que las palabras de este filosofo llegan en buen momento. ¿Qué sigue este año?. ¿Dónde quedan las luchas?.
Pienso, francamente, que hoy día es necesaria la lucha, por ideales, por justicias. Pero es necesario también pensar nuestras luchas, limitarlas de ser posible y dejar aparte los idealismos, las utopias. Afrontar como es nuestro gobierno, nuestro sistema y repensar ese mismo sistema; para después, actuar.
La semana pasada leí un libro llamado Fahrenheit 451 de Ray Bradbury. Plantéa una distopía donde el conocimiento, es causa de diferencias entre las personas, y por ende de los conflictos entre ellas. En este futuro, la sociedad esta sumida en una lógica donde el trabajo es lo primordial, además de la diversión. Los libros son quemados, porque son fuente de conocimiento, y de la infelicidad.
Me lleva a pensar, si es que en nuestra sociedad actual, realmente estamos utilizando el conocimiento como debería.
¿Dónde queda el conocimiento?, ¿Dónde quedan los intelectuales?, ¿Qué estamos haciendo mal?.
Si es momento de hacer, es momento de pensar. Confío en que este sea un buen año, tanto en lo social, lo político y lo académico, para México, en especial. Que los momentos sociales cumplan sus cometidos y que la sociedad vaya por mejor camino. Tal vez suena muy idealista, pero a estas alturas, es lo que tengo.
Un abrazo a todos, compañeros, estudiantes, lectores y sociedad.
Es momento de repensar.

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