En la Búsqueda de Nuevos Paradigmas Educativos

Por Gabriel Muñiz Mendoza


Desde hace un tiempo algunas personas alrededor del mundo se han interesado en la reforma de la educación en Occidente, en cómo pasar de un estado educativo engendrado en el siglo XVIII dado por las mentes de los ilustrados a un estado educativo útil para el siglo XXI.

            Hace dos siglos la educación pública era impensable y se encontraba mayormente monopolizada en manos de las órdenes y sociedades religiosas hasta que, paulatinamente a la educación religiosa se fueron abriendo centros educativos en los Estados subsidiados por los impuestos de los ciudadanos. Una idea revolucionaria en aquellos tiempos y a la que mucha gente se opuso al pensar que sólo una clase podía y debería acceder a la educación. La economía rige muchas de las actividades de los hombres.
            Uno de los problemas actuales con la educación es que estudiamos en un momento dado para aplicar esos conocimientos tiempo después, es decir, nos enfrentamos al futuro. Es un reto difícil, y peor aún tenemos herramientas del pasado. La mayoría de los que actualmente estudiamos, de nivel prescolar a la universidad lo hacemos a lado de profesores que se criaron en el siglo XX muchos antes del invento de internet.
            Nuevas tecnologías, medios de comunicación y mil y un aparatos que demandan nuestra atención hacen complicado el proceso, lo que debería ser una ayuda para nuestra formación se vuelve en nuestra contra.
            Lo anterior se puede graficar combinando algunas cosas, durante la infancia nos vemos más dispuestos a aprender dado que el bombardeo es menor y se está estimulada la creatividad, ¿cómo es esto? A temprana edad no se tienen demasiadas materias en las cuales invertir el tiempo ni existe la preocupación por pasar con honores los exámenes porque de ello dependa nuestro futuro económico. Tampoco se encuentra uno interesado en las redes sociales, en si se ve bien estéticamente nuestro cuerpo, en si le gustamos a esa persona e infinidad de cosas más que requieren parte de nuestra atención.
            Prima pues, la curiosidad, la creatividad, el arte y las relaciones humanas de contacto físico. Sir Ken Robinson en una conferencia magistral que ha servido de inspiración a muchos en el mundo habló de que las escuelas matan la creatividad, la combinación de los factores de la falta de creatividad con la falta de relaciones en la vida real ha hecho que poco a poco nos enclaustremos en una caverna, del tipo que decía la alegoría de Platón.
            ¿Cómo entonces salir de ella?, ¿por qué romper paradigmas? Sencillo porque no estamos avanzando como sociedad, pensamos lo que otros quieren que pensemos, consumimos lo que otros quieren que consumamos y trabajamos según el capricho de otros. El móvil siempre es el dinero pero no es lo más importante, inclusive si pensáramos de forma más creativa podríamos conseguir mejores empleos o trabajar por nuestra cuenta y satisfacer nuestras necesidades sin pasar por la cadena de montaje.
            Las escuelas se convirtieron en tremendas fábricas de obreros en lugar de ser centros donde se desarrolle el pensamiento y se critique lo anteriormente dicho y escrito. Pensamos que a los gobiernos del mundo les conviene tener un pueblo adormilado, no pensante ni crítico y de hecho es cierto pero, ¿qué pasaría en el sentido opuesto? En el caso de México ¿qué ocurriría? Según James Robinson y Daron Acemoglu las naciones ricas son aquellas donde la ciudadanía disfruta plenamente de sus derechos.
Un tema sin duda para reflexionar y debatir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario