A propósito de los hechos suscitados el pasado día
sábado 15 de Noviembre dentro de las
instalaciones de Ciudad Universitaria,
UNAM, específicamente a las afueras de la Facultad de Filosofía y
Letras, dónde pasado el mediodía la cada vez más desatada ola de violencia hizo presa de las casas de estudio
y desató actos de terror para la
comunidad estudiantil, se efectuaron
disparos por arma de fuego por personal
adscrito a la
Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (
PGJDF), resultando un estudiante
herido, y en consecuencia un
evidente Estado de Derecho fallido.
Luego entonces, es evidente que los pronunciamientos
estudiantiles no se hicieron esperar, y
comenzaron los gritos con las consignas de
“la Universidad
es autónoma”, a la UNAM
solo entran estudiantes, “la policía no puede entrar a las instalaciones de la Universidad “,
“exigimos la autonomía de la
Universidad”.- Ahora
bien es importante mencionar que la Autonomía se incorpora a las siglas de la Universidad en 1929
con el C. José Vasconcelos cómo autor intelectual de dicho
pronunciamiento, trayendo consigo la
libertad, pero al mismo tiempo la responsabilidad para sus miembros alumnos y maestros de asumir cabalmente el peso de toda
responsabilidad que la gestión universitaria trae consigo.
Por otro lado, y en atención a los desafortunados y
diversos acontecimientos de violencia ocurridos en la Universidad Nacional Autónoma de México a través de su historia en
su faceta de “Autónoma” debemos asumir
respetuosamente y con cocimiento de causa las implicaciones que tiene el carácter de “Universidad Autónoma “ toda vez que la mayoría de los estudiantes
tenemos un concepto distinto al que en realidad es, y pensamos que dicha institución educativa (UNAM) es una
isla desierta que está aislada de todo
ordenamiento jurídico, o es
independiente al Estado Mexicano, sin embargo debemos tener en cuenta
que a menudo se ha confundido el termino autonomía con el de aislamiento o una
especie de anarquía jurídica, pero no se les debe confundir la diferencia
esencial consiste en que la autonomía se refiere a las relaciones de la Universidad con el
Estado y, en general, con el mundo
externo, y a la unilateralidad en cuanto
a los planes de estudio, investigación, gestión y administración, y por otro
lado, a la desobediencia y a la regulación que la Constitución Política
de los estados Unidos Mexicanos establece para toda la nación.
Es decir, esencial y jurídicamente es totalmente
falso, que las instituciones que estén a
cargo de la investigación de los delitos, previamente tipificados en un
ordenamiento jurídico, cómo es la policía o los grupos de investigación, no
puedan entrar al territorio de la Universidad,
ya que por autonomía debemos entender
a la facultad que el estado le otorga a la Universidad a través
de una ley para dictarse a si misa las normas que rijan su organización y su
vida interna sin intervención de este.
Una vez entendido a grandes rasgos el significado de
la “Autonomía” podemos reflexionar a que si bien es cierto el Estado Mexicano,
puede solicitar la intervención de las instituciones dedicadas a la
investigación de un delito, también lo es que tiene que justificar dicho acto,
ser objetivo, claro y transparente además de contar con la aprobación de las autoridades
correspondientes integrantes de la estructura de la misma Universidad, lo
anterior en atención a la autonomía conferida legalmente por el propio
Estado, situación que no ocurrió.
Así que lejos de especular sobre dicha autonomía lo
que debe hacer la población no solo estudiantil si no en general es protestar y exigir enérgicamente pero dentro
del marco de la legalidad y por medio de las instituciones, el esclarecimiento
de los hechos, es una prioridad y obligación del Gobierno tomar acciones contundentes para
restablecer el Estado de Derecho, ya que
las autoridades están siendo rebasadas por los hechos delictivos.
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