La seguridad es un
factor importante y determinante, cuando hablamos de expectativas de inversión
económica en México. La violencia, el terrorismo, y la guerra en todos sus
matices, han condicionado el libre comercio que para el capitalismo occidental
representa grandes pérdidas.
En el caso de
México, el índice de criminalidad ha aumentado en diferentes estados de la república,
como en Michoacán, Guerrero, Zacatecas, Veracruz etc.
Esta coyuntura es insostenible
para los tres niveles de gobierno, principalmente para los municipios.
¿Qué está pasando
con los municipios y Estados ya mencionados? La mayoría de los municipios han
perdido su integridad jurídica, política, social, y por ende la credibilidad
que se requiere para gobernar. De la misma manera los estados ya mencionados ya
son parte de los carteles del narcotráfico, lo que necesariamente implica un ambiente adverso y
difícil. Por lo tanto, la situación para los alcaldes y síndicos, se torna
irremediable e incierta por sus lazos con el crimen organizado, aunado a que no
cuentan con un apoyo cabal del gobierno estatal y federal.
En el caso Ayotzinapa,
Guerrero, donde desaparecieron a 43 normalistas. Las autoridades federales y
estatales que están llevando las riendas del caso, no han dado una explicación
creíble de lo ocurrido, de cualquier manera, este hecho será irreparable. El
país está en una profunda crisis social, lo cual ha repercutido e inferido en
la cuestión económica. Si a esto le aumentamos la deficiente regulación que
persiste en el gobierno hacia los
corporativos.
Las expectativas de inversión para México, han
representado números rojos en zonas
donde se pretendía invertir, ahora las grandes corporaciones tendrán que
empezar a buscar un país donde se brinden, y ofrezcan mayores garantías. Este
argumento ha sido la constante por parte de los empresarios de quejarse de la
inseguridad, pero se sabe que los grandes inversionistas tampoco garantizan
bienestar económico para sus empleados.
El Banco de México
y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, están con la incertidumbre de
que pasará con la inseguridad que se intensifica en todo el país. Por otra
parte, es importante mencionar la desconfianza de varios empresarios para
invertir a mediano y largo plazo, lo que a su vez ha provocado una crisis
crediticia por parte de los bancos y grupos financieros, como bien lo dice el
Director del Bancomext… “Las empresas necesitan incentivos para reinvertir y
crezcan más en este ambiente de tasas bajas”
Por lo tanto, la
inseguridad ha trascendido a todos los ámbitos de la economía, lo que inhibe el
pleno desenvolvimiento de las empresas nacionales y transnacionales. Una salida
viable y sensata es la integración y coordinación de los tres niveles de
gobierno, reorganizando y depurando todo
el cuerpo de seguridad. La forma de corromperse ha tocado fondo; el Estado de
Derecho del que tanto se habla, está en tela de juicio.
Reorganizar y
depurar las reglas del juego, serán cruciales, para reivindicar el Estado de
Derecho; de no hacerlo, el desencanto social, será insostenible e irremediable
para el Estado.
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