Los tiempos están
cambiando en pleno siglo XX; las diferencias culturales, sociales, políticas y
económicas, están permeando en una sociedad cada vez más compleja. Los valores
universales, aquellos que defienden la libertad, la preservación de la vida, y
la igualdad, se ve reducido a una hipersubjetividad, es decir, el tiempo y
espacio determinan el tipo de valores y por ende la forma de conducirse.
Lo sucedido en
Francia con la muerte de 12 periodistas, conmocionó a la sociedad occidental,
que siguen sin entender la acción terrorista más cruel en Europa después del
siglo XXI. Las caricaturas publicadas
del profeta Mahoma fueron interpretadas como provocación por parte de los
periodistas. Tales acciones
representaron un irreparable insulto para los musulmanes; sin lugar a duda, esto fue la gota que derramó el vaso. Todo indica
que los valores universales han
caducado, y ahora la coexistencia de la sociedad pende de un hilo, donde cada
quien entiende de acuerdo a sus intereses.
La prensa
internacional ha condenado enérgicamente estos ataques, en su mayoría
occidentales; la gran parte de naciones coinciden en defender la libertad de
expresión como parte de la democracia y los derechos humanos. Recordemos que en Francia es cuna de la declaración de
los derechos humanos y la democracia, con su emblemático lema: “Libertad,
Fraternidad, e Igualdad”. ¿Dónde ha
quedado todo esto?
Nada justifica
los actos llevados a cabo por este
grupo religioso, aunque para ellos fue algo significativo, como bien lo dice el
Corán…”Id hacer la guerra contra los infieles”. ¿Cuál es la realidad? La
realidad es que estamos ante dos escenarios totalmente opuestos entre sí, y
ninguno de los dos está dispuesto claudicar. Retomando la tesis del difunto
profesor y experto en Relaciones Internacionales, Samuel Huntington, de la
Universidad de Harvard, decía: “que el mundo occidental rivalizaría contra la
Civilización Oriental, compuesto y formado por el Islam.
Actualmente el
panorama geopolítico está retomando aquel viejo modelo que dividió al mundo después de la segunda guerra
mundial, mejor conocido como “Guerra Fría”,
Occidente vs Islam es una lucha que esta creciendo, y que poco a poco va
fomentando y estimulando el rencor, el odio, y socavando la racionalidad que distingue al ser humano
del resto de los seres vivos.
El choque civilizatorio es lo que hoy predomina en un mundo globalizado,
donde las diferencias culturales están a la vista de todos. Occidente
históricamente ha llevado la batuta de manera sistemática; a través de los
monopólicos, grupos financieros y transnacionales es como han estado influyendo
en todo el orbe. Durante el siglo XX las guerras fueron por causas ideológicas
entre Estados - Nación; la primera y la segunda guerra mundial mostraron sus
intereses y diferencias nacionales, posteriormente estas diferencias
ideológicas culminó con la llamada
“Guerra Fría”. Es importante
resaltar los dos aspectos por lo que
buscaban imponer su razón: económica y
política.
Las guerras entre Estados-Nación siguen desarrollándose en un marco
geopolítico y económico. Apoderarse de los recursos naturales es el objetivo de
los países llamados “Desarrollados”, y así como estas diferencias, hay otras tantas en el resto del mundo. Cuando hablamos de choque civilizatorio, nos
referimos a las diferencias culturales, como la religión, idioma, raza,
tradiciones y costumbres; hoy en día solo hay dos bloques culturales opuestos
entre sí, el Islam y Occidente, lo que paso en Francia fue primeramente un
atentado contra la libertad de culto; las caricaturas publicadas del
profeta Mahoma haciendo actos inmorales,
y la segunda fue un atentado contra la libertad de expresión.
Las dos civilizaciones están bajo
un compartimiento extremista, y aunque los dos tengan la razón no se justifica
lo que hicieron, mientras que no haya una ley que regule el multiculturalismo
en países donde se presenten casos de radicalismo religioso, esto irá en
aumento. El respeto es un valor que debe estar arraigado en todas personas, si
es que se quiere vivir, sobrevivir, y coexistir en un mundo globalizado donde
cada día los problemas se van agravando. Por lo tanto, los periodistas del
rotativo francés no respetaron la creencia de un grupo religioso, y esto trajo
grandes consecuencias. Aprender de estos sucesos es importante, para entender
lo que no se debe hacer y lo que si se debe hacer, si es que se pretende vivir
en paz.
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