El artículo sexto de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos consagra entre otras cosas, el derecho a informar con
libertad, toda vez que del alma de dicho precepto constitucional se
desprenden ideas tales como “La
manifestación de ideas no será objeto de ninguna inquisición judicial o
administrativa” situación que evidentemente no sucede, los periodistas en
nuestro país son presos políticos, son perseguidos y asesinados, por el crimen
organizado, y también por el de cuello blanco, lo anterior a causa de decir la
verdad de los acontecimientos que suceden en nuestro territorio, esa verdad que
para las y los pocos que tienen en control en este país es materia de censura, que
incluso puede ser callada o callado con la muerte.
Otra idea más “El derecho a la información será
ganarantizado por el Estado”. Pero, ¿a qué información se refiere?
Evidentemente a la que le conviene, el Estado es uno de los perseguidores más
feroces del periodista que informa con la verdad, son muy pocos, quizá algunos
cuantos los medios que informan con la verdad, que tienen bien arraigado el
compromiso y el profesionalismo, pero sobre todo tienen valor, dignidad,
adjetivos a los que no muchos periodistas se les adjudican, pero el responsable
de todo esto, es el Estado, y por supuesto las y los muchos mexicanos que
seguimos soportando dicha tiranía.
Es cierto que “toda persona
tiene derecho al libre acceso a información plural y oportuna, así como a
buscar, recibir y difundir información e ideas de toda índole por cualquier
medio de expresión” bueno, quizá en teoría, sin embargo en la triste realidad no
sucede así, a propósito del despido de la periodista MARIA DEL CARMEN ARISTEGUI
FLORES quien hizo la empresa MVS, justificando el mismo en la supuesta relación
contractual, ahora bien, las y los mexicanos tendríamos que ser muy
inocentes o ingenuos para creer que la
razón del despido tiene que ver que un problema en el contrato y no en una
presión política, y en consecuencia una cacería de periodistas que dicen la
verdad, independientemente de lo buenos o malos que sean las y los
comunicadores honestos, son fundamentales para la construcción de una
democracia, demos el apoyo a todas y todos lo que quieren decir la verdad, y a los
que han sido callados con las balas de la violencia, pero sobre todo
solidaridad para todos nosotros, que nuestras ideas sean expresadas sin temor y
que retumben y hagan eco, por la libertad de prensa en México.
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