La Libertad de Prensa en México

Por José Martín Lugo Vizcaya


El artículo sexto de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos consagra entre otras cosas, el derecho a informar con libertad, toda vez que del alma de dicho precepto constitucional se desprenden ideas tales como “La manifestación de ideas no será objeto de ninguna inquisición judicial o administrativa” situación que evidentemente no sucede, los periodistas en nuestro país son presos políticos, son perseguidos y asesinados, por el crimen organizado, y también por el de cuello blanco, lo anterior a causa de decir la verdad de los acontecimientos que suceden en nuestro territorio, esa verdad que para las y los pocos que tienen en control  en este país es materia de censura, que incluso puede ser callada o callado con la muerte.

Otra idea más “El derecho a la información será ganarantizado por el Estado”. Pero, ¿a qué información se refiere? Evidentemente a la que le conviene, el Estado es uno de los perseguidores más feroces del periodista que informa con la verdad, son muy pocos, quizá algunos cuantos los medios que informan con la verdad, que tienen bien arraigado el compromiso y el profesionalismo, pero sobre todo tienen valor, dignidad, adjetivos a los que no muchos periodistas se les adjudican, pero el responsable de todo esto, es el Estado, y por supuesto las y los muchos mexicanos que seguimos soportando dicha tiranía.
Es cierto que “toda persona tiene derecho al libre acceso a información plural y oportuna, así como a buscar, recibir y difundir información e ideas de toda índole por cualquier medio de expresión”  bueno, quizá en teoría, sin embargo en la triste realidad no sucede así, a propósito del despido de la periodista MARIA DEL CARMEN ARISTEGUI FLORES quien hizo la empresa MVS, justificando el mismo en la supuesta relación contractual, ahora bien, las y los mexicanos tendríamos que ser muy inocentes  o ingenuos para creer que la razón del despido tiene que ver que un problema en el contrato y no en una presión política, y en consecuencia una cacería de periodistas que dicen la verdad, independientemente de lo buenos o malos que sean las y los comunicadores honestos, son fundamentales para la construcción de una democracia, demos el apoyo a todas y todos lo que quieren decir la verdad, y a los que han sido callados con las balas de la violencia, pero sobre todo solidaridad para todos nosotros, que nuestras ideas sean expresadas sin temor y que retumben y hagan eco, por la libertad de prensa en México.

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