La mañana del viernes 28 de Noviembre del 2014, fue para un servidor y seguramente para muchos de las y los mexicanos un día de cuestionamientos, de reflexión, en el que internamente nos preguntábamos si todo estaba bien, ya que por un lado nuestra esperanza nos decía que confiáramos en el mensaje y los diez planes de acción que un día antes el Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos dirigió a la nación, según él; para curar al país, que considero, se encuentra en terapia intensiva; y por el otro la terrible realidad, él ya me canse de confiar en las Instituciones que al parecer su mínimo común denominador es la corrupción, y que se están viendo superadas en la lucha contra la violencia desatada entre otras cosas.- Poniendo en consecuencia en jaque el supuesto Estado de Derecho que aseguran; tenemos.
Ahora bien, Estado Fallido se ha convertido
recientemente en un concepto muy
utilizado y cuestionado por la
población mexicana en general, y de manera institucional por las fracciones
políticas constituidas en nuestro país, en dónde consideran que el Estado no
funciona adecuadamente que ha perdido sus funciones en determinados aspectos o
territorios donde debería ser dueño absoluto de ellos. Intentan denotar que el
Estado se encuentra en crisis: social, económica y política; y que esto es
malo, casi terrible.
También suelen decir o insinuar
que esa supuesta condición de Estado fallido en México se debe principalmente
al control hegemónico que mantiene el narcotráfico (crimen organizado) en
ciertos territorios y aspectos (económico, político, cultural) en nuestro país,
y de la violencia que se ha desatado al combatirlo, pero no solo eso, también a
la estratosférica corrupción que existe en nuestra clase política gobernante,
además en la evidente incapacidad estratégica de las instituciones.
Sin embargo el problema es que
el concepto de “Estado Fallido” está rodeado de mitos, por lo cual no es
comprendido a ciencia cierta, aunque es
difícil hegemonizar un concepto.-
Podríamos considerarlo como el fallo del Estado para asegurar su función
principal que es en el concepto clásico de Max Weber, mantener el monopolio
legítimo de la violencia política.- Luego
entonces podríamos determinar que el Gobierno sigue teniendo ese control por
medio de una supuesta violencia legítima, que a mi parecer es una represión
total al derecho de manifestarse, el cual está consagrado como una garantía
de todas y todos los Mexicanos.-
Siguiendo con la línea de intentar definir el concepto que nos ocupa,
obedece más a situaciones comprometedoras y hostiles como guerras civiles,
golpes de estado, inoperancia absoluta del
gobierno, guerras con el exterior y la existencia de guerrillas que
disputan el control territorial.
Por otro lado y ante la
ineficacia institucional y la evidente corrupción podemos hablar de una debilidad de las
instituciones, dando apertura para nombrar
como concepto alternativo al “Estado Débil”,
mismo que puede ser catalogado como la operación ineficaz de sus
Instituciones para actuar en su territorio, evidenciando la debilidad en sus
funciones básicas tanto jurídicas cómo de seguridad, además de su baja
capacidad de interceder en la vida política del país.
Es decir, un Estado Débil es
aquel que en su territorio abunda la corrupción, impunidad y la violencia
desmedida, en donde si bien es cierto el Gobierno intenta justificar el uso
legítimo de la fuerza pública para combatir la inestabilidad del mismo
cando uno de los problemas más grandes es la violencia, y en dónde sus
gobernados son los más perjudicados.
Es por lo anterior que
considero a México cómo un Estado de Derecho Débil, antes que un Estado
de Derecho Fallido, dónde aparentemente
y por medio de la violencia el Gobierno dice tener controlado el Estado de
Derecho, pero por otro lado no pueden ocultar que sus instituciones tienen la
línea de la corrupción, de la inoperancia, en dónde el crimen organizado les
está ganando la partida, con una ola de violencia desmedida, en dónde
integrantes de las misma instituciones son participes, pero lo más grave aún para ellos, es que sus
gobernados están con la consigna de “ YA ME CANSE”.
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