¿México, un País con Políticas Públicas en Prevención del Delito?

Por José Martín Lugo Vizcaya


A propósito de la situación de inseguridad que afecta a la mayor parte del territorio Mexicano, en atención a diversos factores, es evidente que uno de los principales problemas que enfrenta el Gobierno Mexicano, es la incapacidad para garantizar un Estado de Derecho dónde la convivencia día con día se desarrolle en un entorno seguro, mediante un adecuado y eficiente sistema de Seguridad Publica.

Ahora bien, es importante tomar en cuenta que para abordar el tema de inseguridad debemos contextualizarlo como un fenómeno social, que se extiende desde los rincones más alejados del país hasta las grandes urbes, y afecta a las distintas clases sociales, sin distinción alguna, donde  en términos generales los factores pueden ser económicos, sociales o psicológicos.
Es evidente que la eficiencia  del sistema judicial en México está en tela de juicio, probablemente por la  nula impartición de justicia, y la corrupción e impunidad que existe, pareciendo  ser el común denominador dentro de los servidores públicos que se encargan aparentemente  de hacer  cumplir nuestros ordenamientos jurídicos, sin embargo, creo firmemente que antes de llegar a la discusión sobre una adecuada o deficiente impartición de justicia, debemos darle su grado de responsabilidad, a la prevención del delito.
Por consiguiente debemos entender en términos generales como prevención la toma  medidas encaminadas a realizar acciones para evitar una  conducta o un comportamiento que pueda dañar o convertir a la población en sujetos o víctimas del delito,  tomando en cuenta que  prevención del delito es un componente central en toda estrategia de control del crimen y la violencia, indispensables para la disminución del delito en México.
Es por lo anterior la importancia de legislar en materia de prevención ya que las políticas públicas en la materia  atienden a identificar factores de riesgo presentes en el individuo, en la familia, en los espacios públicos, en la comunidad, para evitar que se traduzcan en actos criminales. En pocas palabras, actuar antes de que se infrinja la Ley y se lastime a una persona, a o un grupo de ellas.
Me llama  la atención que el sector salud, entro otros,  se dé cuenta que prevenir cierto tipo de enfermedades, es por mucho mejor a que tener que combatirlas cuando ya se encuentran desarrolladas, lo anterior en términos económicos, de rentabilidad y de eficiencia; hay una frase popular que dice “más vale prevenir que lamentar“, es decir, es evidente que la prevención en general juega un papel sumamente importante, sin embargo tal parece que nuestros legisladores no lo consideran conveniente al menos no, para la prevención del delito.
Todo parte de lo siguiente; en México no se tiene un ordenamiento jurídico específico para  prevenir el delito, y que nos brinde las herramientas necesarias para desarrollar, proyectos o programas realmente eficientes, que se puedan medir cuantitativamente y que  nos ayuden  a realizar acciones enfocadas a disminuir las amenazas, el riesgo y las oportunidades de que el delito ocurra mediante la identificación y eliminación de causas, elementos de oportunidad y condiciones sociales que permitan que la delincuencia se desarrolle y fortalezca.
Muy pocos estados cuentan con una Ley específica en la materia, en el Distrito Federal se acaba de implementar en el mes pasado la Ley de Prevención Social del Delito, sin embargo, en materia federal no hay una homologación, siendo como anteriormente lo dijimos, un problema de dimensiones sociales.
Por último, quiero dejar un pequeño exhorto en el sentido de que nuestros legisladores, den más importancia a legislar sobre políticas públicas en materia de prevención, que tengan estén respaldadas por un marco jurídico y un programa que puedan ser evaluados con éxito, cualitativa y cuantitativamente, reitero;  “más vale prevenir que lamentar “.

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